No vas a llamar
y
está bien.
En poco tiempo reconocí
todo aquello
que ya había visto
en otros,
aquellos dolores
que si bien son familiares,
no quería de regreso.
Desde hace unos días,
ensayaba en la posibilidad
de ya no ser contigo,
aprovechar
que solo ha sido un mes.
También cabe la posibilidad
de que tú fueras diferente,
pero me abrumé
con tantas similitudes,
ya comenzaba a somatizar,
ya me dolías en el pecho,
ya me había comido la ansiedad.
Entonces ya empezaba a querer
soltarte,
antes de que fuera igual,
porque soy harto sensible,
no veo el futuro,
pero conozco a las personas.