Hoy pense en ti, en ti y en ti,
acto seguido: vómite
Ya no puedo pensarles sin que el cringe me recorra y terminé en un temblor de incomodidad.
Hoy pensé en ti,
¿en qué momento me convencí de que me gustabas?
te recorro en el recuerdo, sólo puedo sacudir la cabeza para que desaparezcas y no se quede un mal sabor.
Hoy pensé en ti,
¿cómo pude aceptarte con tanta calma?
siempre traté de no juzgar la flojera que te delataba cada que te movías, qué pesado… y así resultaste, también.
Hoy pensé en ti,
¿cómo pude creerte?
viendo que la vida te había tratado tan mal, por algo era.
Pienso en ti, en ti, en ti,
desde hace rato, pero sólo puedo sentir asco.