Justo ahora ya me importa poquito lo que sigas diciendo de mí, así que sí, te doy toda la razón.
Jamás fuí lo más importante en tu vida, pero yo soy lo más importante de la mía.
Es cierto, yo no valgo la pena, porque la vida sí.
Que fuí la peor persona que te ha querido, también tienes razón, yo no sé querer condicionadamente ni en función de manipularte.
Lloro por todo, sí, siento mucho, por supuesto.
Tuviste razón en todo, ojalá continúes con ella para que yo jamás regrese a ti.