(Espacio en blanco)
(Segundo espacio en blanco)
(Tercer espacio en blanco)
No llegó el cuarto, pues recordé.
Pero…
Sobreescribí sobre esa memoria.
Acudí fielmente cada jueves, a cada uno de los espacios en los que compartí mi presencia.
Baile en silencio, ahumé con luz cada rincón.
Me senté frente a un televisor, sintonicé otro recuerdo y…
¡Crash!
Otra sobreescritura.
Me he dedicado a salvarme dentro de mis propios momentos.
Y está mejor.
Yo lo estoy.