Esta no es una entrada de amor romántico, ni de sufrimiento, es más catarsis.
En las últimas semanas la sangre ha abandonado de a poco mi cuerpo, cada día se siente más frío y hay noches en donde creo que no despertaré. Por fuera parece muy sano, incluso fuerte, por dentro aún es un misterio lo que pasa en él.
Igual es el universo que por fin me da lo que según quería: morirme, pero estar rosando la muerte no es algo que me seduzca justo ahora.
Justo ahora.
Pero con esto también trato de ser resiliente, puedo decir que me iré en paz, si es que me voy.