Yo sé que mi tristeza no es novedad, tampoco espero que sea comprendida, porque ni yo sé de dónde vino.
Cuando menos, quise pararme de la cama… ella ya se había acurrucado conmigo todo este tiempo.
Y yo sé que nadie lo entiende, no pido que lo hagan.
Sé que los días pasan porque se obscurece y me voy a dormir, pero me encuentro detenida desde hace tanto que sólo lo hago mecánicamente.
Hoy salí de casa, para llorar en lugares públicos.
El sudor entre decidir si salto o no, pero jamás hacerlo.
Un mensaje de repente y es la señal de permanece.