¿Recuerdas como eran de huesuditos nuestros hombros y las piernas menos anchas?
¿Recuerdas cuando jamás hubiésemos deseado morir por voluntad propia?
El cansancio nos está arropando, nos abrazamos a él porque parece cálido y seguro. Ojalá la muerte también nos tome pronto.
Te extraño, nos extraño, me extraño.