Son bien fáciles de tomar,
usualmente uno se da cuenta de las consecuencias
cuando ya no hay marcha atrás.
Existen en diversos tamaños
y
de distintas propiedades.
Las hay inimaginables
y
hasta torpes.
Pueden acabar con algo o alguien.
Pero, continuando con la vida…
son inevitables.
No es consuelo ni rendición.